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Principios que fundamentarán la actuación rectoral

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. Respeto por la diferencia y uso del diálogo y la argumentación para la solución de conflictos.
 
La universidad es la institución donde tienen cabida todas vertientes de pensamiento y todas las ideas. En una eventual administración mía propongo que se respeten las diferencias entre distintos sectores de la comunidad universitaria y se acuda al diálogo y la argumentación mediante razones para resolver los conflictos. Los universitarios no debemos resolver nuestras diferencias por las vías de hecho, ni ventilarlas en los estrados judiciales; el espacio natural para avanzar en las discusiones, entender mejor las razones del otro, y buscar colectivamente las mejores soluciones y los acuerdos, es la argumentación informada y estructurada. La Universidad se debe caracterizar por poner la razón al servicio de las necesidades de sus miembros, en un ambiente de respeto y reconocimiento de la dignidad de todos los que formamos parte de la comunidad universitaria, como base de una convivencia provechosa.
 
2. Reconocimiento del pluralismo y la Diversidad Cultural.
 
Como se ha dicho desde su fundación en el medioevo, la Universidad es Universalidad; y esto implica la coexistencia de múltiples teorías, enfoques, ideas e iniciativas. La Universidad debe ser el caldo de cultivo para la proliferación de ideas y propuestas, que debemos examinar con respeto pero con rigor, de modo que contribuyamos a identificar y propiciar el desarrollo de las mejores ideas. Como universidad pública que somos, no sólo estamos en la obligación de albergar todas las formas de pensamiento, sino que también debemos acoger y apoyar el desarrollo de la complejidad étnica y cultural de la sociedad colombiana. De esta manera podremos cultivar y promover el desarrollo de las riquezas culturales y naturales de la nación y de la región.
 
3. Defensa y Protección de lo público.
 
Como bien se sabe, la Universidad de Caldas se financia con recursos públicos; por lo que mi eventual administración se compromete a hacer un uso adecuado y racional de dichos recursos, y a vigilar que no se pongan a la disposición de los particulares o al servicio de unos pocos. La Universidad como bien público y del Estado nos pertenece a todos, por lo tanto es nuestra responsabilidad cuidar de que sus recursos se usen con criterios de eficiencia y eficacia. Los recursos y patrimonio de la Universidad son sagrados, y su defensa y protección serán un imperativo para todos los miembros de mi administración.
 
4. Compromiso Social.
 
La Universidad es el reflejo de la sociedad y a la vez puede liderar e introducir cambios favorables en ésta. La Universidad de Caldas debe poner sus mejores ideas al servicio de la sociedad y buscar la solución de sus principales problemas. Para ello debe ofrecer programas pertinentes y ajustar permanentemente su accionar institucional tomando en cuenta las condiciones materiales de la sociedad. También debe propiciar debates intelectuales que ayuden a dar respuestas a los problemas que nos aquejan, en un marco de racionalidad, dignidad, respeto por el otro, y promoción de los derechos fundamentales.
 
5. Clima Institucional y Gobernabilidad.
 
Para nadie es un secreto que el clima institucional interno se ha resquebrajado. Para restablecer el clima institucional y recuperar la confianza se buscarán los mecanismos que permitan generar consensos y acuerdos sobre los problemas fundamentales de la Universidad. Esto implica mejorar los canales de comunicación, mediante información oportuna, clara y fidedigna y un ejercicio de responsabilidad que evite la dilación injustificada para tomar ciertas decisiones que se han venido aplazando y que, a veces, han comprometido el cumplimiento de la misión institucional. Mejorar el clima institucional tiene que ser un propósito colectivo bajo un marco de confianza, convivencia y diálogo civilizado. Para ello convocaré el compromiso de todos los estamentos universitarios y de la administración.
 
6. Defensa del carácter público de la Universidad de Caldas.
 
La Universidad de Caldas es una Universidad Pública que debe estar al servicio del conocimiento y de la solución de los problemas de la sociedad en la que ella está inserta. En una eventual administración mía, me comprometo a luchar por una financiación adecuada y suficiente para cumplir las funciones misionales en condiciones dignas. Adicionalmente, la administración propiciará la formación de ciudadanos al más alto nivel, el desarrollo del conocimiento, el ejercicio de la democracia y del espíritu crítico y renovador con una administración al servicio de la academia.
 
7. La autonomía universitaria y la libertad de cátedra como principios rectores de la acción universitaria.
 
La autonomía universitaria otorga a la universidad el derecho a darse sus propios estatutos y reglas y a modificarlas cuando a juicio de sus estamentos ello contribuya al desarrollo institucional; a designar sus autoridades académicas y administrativas; a crear, ordenar y desarrollar sus programas académicos; a definir y organizar sus labores formativas, docentes, científicas, artísticas y culturales; a otorgar los títulos y reconocimientos correspondientes; a seleccionar su personal docente; a admitir su personal discente y a adoptar sus correspondientes regímenes; a establecer arbitrar y aplicar sus recursos para el cumplimiento de su misión social y de su función institucional. La libertad de cátedra consiste en el respeto por las ideas y las opiniones, la controversia y la polémica académica, bajo los cánones de la razón y la discusión civilizada. La administración que propongo se opondrá a cualquier actitud o actividad que contradigan la autonomía universitaria y la libertad de cátedra, en cuya aplicación se adelantarán las actividades de enseñanza, proyección social, investigación, y creación artística.
 
8. Liderazgo con participación.
 
Propongo una administración que consulte la opinión de los miembros de la comunidad universitaria empleando los medios de participación que ya están consagrados en nuestros reglamentos y que ejerza un liderazgo en el que se escuchen las voces de las mayorías, en el marco de procesos amplios, deliberativos y expeditos, con cronogramas que se cumplan estrictamente. De igual modo, invito a todos los miembros de la comunidad universitaria a expresar sus ideas, sus planteamientos y sus reivindicaciones de manera franca, abierta y proactiva de modo que con los aportes de todos pongamos en el primer lugar de los intereses nuestra Universidad.
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